viernes, diciembre 02, 2005

Cuaderno Kraken, atrapados en el abismo (Luis Miguel Ariza)

Bajo los truenos de las superficie,
en las honduras del mar abismal,
el Kraken duerme su antiguo, no invadido sueño sin sueños.
Pálidos reflejos se agitan alrededor de su oscura forma;
vastas esponjas de milenario crecimiento y altura
se inflan sobre él, y en lo profundo de la luz enfermiza,
pulpos innumerables y enormes baten
con brazos gigantescos
la verdosa inmovilidad,
desde secretas celdas y grutas maravillosas.
Yace ahí desde siglos, y yacerá,
cebándose dormido de inmensos gusanos marinos
hasta que el fuego del Juicio Final caliente el abismo.
Entonces, para ser visto una sola vez por hombres y por ángeles,
rugiendo surgirá y morirá en la superficie.

El Kraken
Alfred Tennyson

Conviene decir que los gallegos estamos asustados –los gallegos del litoral, del Finisterrae-, porque de nuevo en el océano Atlántico, en el mar Tenebroso, han aparecido grandes bestias. [...] Ni la tan discutida serpiente de mar ha sido vista desde la guerra submarina de los años 14-18, ni ningún Kraken, ese pulpo gigante inventado por un obispo sueco y capaz de retener entre sus largos y poderosos tentáculos un bergantín, ha sido reconocido modernamente. De sirenas, ya ni hablar... Los americanos inventan tiburones para sus películas y eso es todo.
Pero en estos últimos tiempos han surgido otras bestias: los grandes petroleros. Animales frágiles, que se rompen fácilmente, o se revientan, y entonces vierten en el mar el contenido de sus enormes vientres, un líquido mortal que da muerte a los peces y a las aves marinas, y se tiende como un manto negro por las blancas playas, y embadurna las rocas, y siembra la muerte allí donde se posa...

Las bestias del Tenebroso, de Fábulas y Leyendas de la Mar
Álvaro Cunqueiro

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