miércoles, noviembre 15, 2006

15 de Noviembre


Este va a ser un periplo netamente baturro. Hemos cambiado los pañolones piratas por cachirulos como manda el maño que maneja mi barca (nuestra barca). Y no vamos a la deriva, que le plantamos cara a “la Proce” valientemente, como diciendo “chufla, chufla...”
Comenzamos sin embargo en el Teatro Galileo de Madrid. Allí se representa la obra Ojalá estuvierais muertos. Una co-producción de la Compañía El Gato Negro y el Centro Dramático de Aragón. Dirigida por Alberto Castrillo-Ferrer, y con texto de Iñigo Ramírez de Haro basado en algunas obras del noruego Henrik Ibsen, la historia nos traslada al Carnaval, donde se desarrollan las vivencias de tres parejas “con sus sueños y sus odios... con sus pesadillas”. Veremos qué nos cuentan sus protagonistas.
Más adelante, como escapados de las garras de esos sueños oscuros, bien podremos llevar como bandera este lema: Vivir para contarlo. O más bien como himno, ya que es el título del último trabajo de los zaragozanos Violadores del Verso. Se trata de un CD con DVD del que ellos mismos nos hablarán esta tarde.
De la muerte a la vida, de la vida a la muerte... el eterno retorno en el espacio tiempo, en el difuso éter del sonido...

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