Música a máquina (CaboSanRoque)
Desde que en 2001 nacieran como orquesta de sala y comedor los chicos de CaboSanRoque no han cejado en su empeño de transgredir las fronteras de la música. Después de su primer disco França Xica, denominado así por ser éste el barrio barcelonés que acoge su taller/local de ensayos, se nos presentan hoy en el navío con un nuevo trabajo entre las ¿manos? No, más bien entre engranajes. El “digipack” de la edición limitada de su nuevo trabajo está empaquetado en una cubierta de hierro serigrafiado ensartado en unas rudas piezas de acero machihembradas (¿ajarl?). Una tuerca con su tornillo.
Sobre cubierta reposa Música a máquina, el “primer álbum a cadena de bicicleta, bombo y centrifugado de CaboSanRoque”. Siete temas compuestos sobre secuencias mecánicas que provoca un programa completo de una lavadora de las de antes, cuya maquinaria activa mediante cadenas de bicicleta una serie de autómatas. Esas secuencias rítmicas son las que utilizan los chicos de CaboSanRoque como base sonora sobre la que tocar sus melodías.
Seguramente otros amantes de los mecanos sonoros como la Penguin Café Orchestra, o Pierre Bastien, o de virtuosos de los instrumentos de juguete como Pascal Comelade o Pascal Ayerbe se sientan imantados por la Música a máquina de CaboSanRoque, ya que llegan a tocar más de 40 instrumentos confeccionados con muebles viejos, juguetes cascados y todo tipo de botes, botellas y botellones (creativos).
Según ellos mismos cuentan “la esencia de este proyecto, es preguntarse cuál es la diferencia, si es que existe, entre las imperfecciones y la espontaneidad de la máquina y el ser humano”.
Sobre cubierta reposa Música a máquina, el “primer álbum a cadena de bicicleta, bombo y centrifugado de CaboSanRoque”. Siete temas compuestos sobre secuencias mecánicas que provoca un programa completo de una lavadora de las de antes, cuya maquinaria activa mediante cadenas de bicicleta una serie de autómatas. Esas secuencias rítmicas son las que utilizan los chicos de CaboSanRoque como base sonora sobre la que tocar sus melodías.
Seguramente otros amantes de los mecanos sonoros como la Penguin Café Orchestra, o Pierre Bastien, o de virtuosos de los instrumentos de juguete como Pascal Comelade o Pascal Ayerbe se sientan imantados por la Música a máquina de CaboSanRoque, ya que llegan a tocar más de 40 instrumentos confeccionados con muebles viejos, juguetes cascados y todo tipo de botes, botellas y botellones (creativos).
Según ellos mismos cuentan “la esencia de este proyecto, es preguntarse cuál es la diferencia, si es que existe, entre las imperfecciones y la espontaneidad de la máquina y el ser humano”.
Por ahora, personalmente creo que va ganando el Ser Humano; el día que vea una Lavadora fabricándose una bandurria con un brazo ortopédico y un orinal cambiaré de opinión. Te lo juro por Zanussi.
Una Biblioteca Heredada: El arte de los ruidos [Orquesta de ruidos] (Luigi Russolo)
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