México ante Dios (Francisco Martín Moreno)
“En tiempos de las bárbaras legiones, de lo alto de las cruces colgaban a los ladrones… Hoy, en pleno siglo del progreso y de las luces, del pecho de los ladrones cuelgan las cruces”. Anónimo, siglo XIX.”
Alfaguara edita la novela México ante Dios, del escritor mejicano Francisco Martín Moreno. En ella el autor lleva a cabo su personal ajuste de cuentas con la institución eclesiástica de su país, a la que acusa de ser “el peor enemigo de México”.
La historia se ocupa de las actividades no siempre legales que la Iglesia Católica llevó a cabo en tierras aztecas durante el siglo XIX, ya que en ellas se explica la situación del país en nuestros días (de aquellos polvos, vienen estos lodos).
Según Martín Moreno “La jerarquía eclesiástica acaparó la riqueza durante más de tres siglos, y se alió con militares para derrocar gobiernos como el de Juárez e instaurar tronos como los de Iturbide y Maximiliano. También se opuso al arribo de las ideas renovadas de la revolución francesa, rechazó con las armas el progreso y se prostituyó al utilizar el púlpito y los confesionarios a favor de sus intereses terrenales.”
Tras leer México ante Dios, uno duda de que el tribunal del Santo Oficio hubiese desaparecido del mapa (ya, ya sé que aún funciona la Congregación para la Doctrina de la Fe, pero convendrán conmigo que no es lo mismo). El caso es que se nos revela la existencia de cárceles secretas, de excomuniones políticas, y de un turbio entramado de propiedades inmobiliarias, bancos y entidades hipotecarias; vamos, todo un estado paralelo a la luz de los cirios.
Alfaguara edita la novela México ante Dios, del escritor mejicano Francisco Martín Moreno. En ella el autor lleva a cabo su personal ajuste de cuentas con la institución eclesiástica de su país, a la que acusa de ser “el peor enemigo de México”.
La historia se ocupa de las actividades no siempre legales que la Iglesia Católica llevó a cabo en tierras aztecas durante el siglo XIX, ya que en ellas se explica la situación del país en nuestros días (de aquellos polvos, vienen estos lodos).
Según Martín Moreno “La jerarquía eclesiástica acaparó la riqueza durante más de tres siglos, y se alió con militares para derrocar gobiernos como el de Juárez e instaurar tronos como los de Iturbide y Maximiliano. También se opuso al arribo de las ideas renovadas de la revolución francesa, rechazó con las armas el progreso y se prostituyó al utilizar el púlpito y los confesionarios a favor de sus intereses terrenales.”
Tras leer México ante Dios, uno duda de que el tribunal del Santo Oficio hubiese desaparecido del mapa (ya, ya sé que aún funciona la Congregación para la Doctrina de la Fe, pero convendrán conmigo que no es lo mismo). El caso es que se nos revela la existencia de cárceles secretas, de excomuniones políticas, y de un turbio entramado de propiedades inmobiliarias, bancos y entidades hipotecarias; vamos, todo un estado paralelo a la luz de los cirios.
Cuaderno para México ante Dios
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