Los colores de la carne (Centro José Guerrero)
El Centro José Guerrero de Granada muestra desde el pasado 4 de Octubre y hasta el 6 de Enero de 2008 la exposición Los colores de la carne, comisariada por el fotógrafo barcelonés Joan Fontcuberta.
Los colores de la carne plantea “una panorámica completa sobre el comercio sexual en sus múltiples ámbitos y desde estilos y estrategias muy diversas”. Así, en la obra de las ocho artistas seleccionadas (Merry Alpern, Jane Evelyn Atwood, Elisabeth B, Paz Errazuriz, Maya Goded, Alicia Lamarca, Erika Langley y Susan Meiselas) encontramos, siempre con un afán documentalista, trabajos que van desde la cámara oculta a los retratos más expuestos, desde la mirada de la protagonista de un peep show a la visión que disfrutan los voyeur…
Lejos de ser moralizante, la exposición Los colores de la carne nos integra en las esferas que habitan prostitutas y proxenetas, travestís y onanistas, para que las vivamos “desde la comprensión y la solidaridad”. Aunque claro, fue Fontcuberta el que dijo que “el buen fotógrafo es el que miente bien la verdad” cosa que, unida a la misteriosa identidad de artistas como Elisabeth B., a revisiones bizarras de Hitchcock como la que hace Merry Alpern o a rocambolescas historias como la de la todavía bailarina de streptease Erika Langley, hace que todo lo visto parezca pertenecer a un mundo de película.
Lo único que puedo dejar claro es que Los colores de la carne sólo reúne obras en blanco y negro.
Hablaremos hoy de todo esto con el propio comisario Joan Fontcuberta.
Los colores de la carne plantea “una panorámica completa sobre el comercio sexual en sus múltiples ámbitos y desde estilos y estrategias muy diversas”. Así, en la obra de las ocho artistas seleccionadas (Merry Alpern, Jane Evelyn Atwood, Elisabeth B, Paz Errazuriz, Maya Goded, Alicia Lamarca, Erika Langley y Susan Meiselas) encontramos, siempre con un afán documentalista, trabajos que van desde la cámara oculta a los retratos más expuestos, desde la mirada de la protagonista de un peep show a la visión que disfrutan los voyeur…
Lejos de ser moralizante, la exposición Los colores de la carne nos integra en las esferas que habitan prostitutas y proxenetas, travestís y onanistas, para que las vivamos “desde la comprensión y la solidaridad”. Aunque claro, fue Fontcuberta el que dijo que “el buen fotógrafo es el que miente bien la verdad” cosa que, unida a la misteriosa identidad de artistas como Elisabeth B., a revisiones bizarras de Hitchcock como la que hace Merry Alpern o a rocambolescas historias como la de la todavía bailarina de streptease Erika Langley, hace que todo lo visto parezca pertenecer a un mundo de película.
Lo único que puedo dejar claro es que Los colores de la carne sólo reúne obras en blanco y negro.
Hablaremos hoy de todo esto con el propio comisario Joan Fontcuberta.
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