Estado de Wonderbra. Entretejiendo narraciones feministas sobre las violencias de género (Bárbara Biglia y Conchi San Martín)
Directamente cortopego de la web de Virus Editorial, aunque en ella podréis encontrar más información sobre el libro Estado de Wonderbra. Entretejiendo narraciones feministas sobre las violencias de género, una recopilación de artículos que han coordinado al alimón Bárbara Biglia (quien nos acompañará esta tarde) y Conchi San Martín:
“¡Bienvenidas al estado de maravillosa sujeción!
¡Esperen, esperen, un momento!… ¿maravillosa decís?, ¿puede algo ser maravilloso cuando aprieta tanto? Y… esta sujeción ¿no tendrá algo que ver con los mandatos de género, con la inscripción a las clases sociales, con la invención de las razas, con la heterosexualidad obligada, con la diferencia y la otredad?
Pero… ¿hasta qué punto estas preguntas no son más que viejas quejas que no tienen sentido en nuestras actuales democracias?
Efectivamente, habrá quien crea que en contextos que se autodefinen como paritarios ya no resulta necesario el análisis feminista. Sin embargo, ¿cómo interpretar entonces las cotidianas evidencias de violencias y discriminaciones de género?: ¿ignorándolas y tachándolas de un borrón?; ¿identificándolas como algo meramente individual, que le toca a cada persona según tenga más o menos suerte en la vida?; ¿considerándolas simplemente como simulación colectiva de hordas de feministas histéricas?
Nos parece que en los actuales discursos, cuando se aborda la comprensión de las violencias de género, aparecen diversos lugares comunes que suelen desviar la mirada hacia los síntomas olvidando las raíces. Frente a ello, creemos importante dilucidar la estrecha relación de sujeciones y violencias con elementos de estratificación y poder social, reconociendo que no se trata de reductos del pasado sino parte de un doloroso presente.
Así, en este libro, a través de miradas feministas, intentamos abordar esta cuestión formulando interrogantes, cuestionando respuestas, poniendo a debate síntomas y raíces, desanudando sujeciones y finalmente abriendo espacios de comunicación para las subversiones.
¿Cómo? Juntando voces en un diálogo colectivo. Voces que narran las violencias ejercidas en la construcción de nuestra identidad generizada, de nuestros cuerpos, de nuestra sexualidad, de nuestro lugar en la historia, en los medios de comunicación, en la educación y en el poder. Voces que lejos de hablar desde la victimización e infantilización lo hacen desde el reconocimiento de la capacidad de agencia de las protagonistas.
¿Quieres entretejer tus miradas y tus palabras con las nuestras?”
Si eso es lo que deseas no dejes de hacerte con un ejemplar de Estado de Wonderbra.
“¡Bienvenidas al estado de maravillosa sujeción!
¡Esperen, esperen, un momento!… ¿maravillosa decís?, ¿puede algo ser maravilloso cuando aprieta tanto? Y… esta sujeción ¿no tendrá algo que ver con los mandatos de género, con la inscripción a las clases sociales, con la invención de las razas, con la heterosexualidad obligada, con la diferencia y la otredad?
Pero… ¿hasta qué punto estas preguntas no son más que viejas quejas que no tienen sentido en nuestras actuales democracias?
Efectivamente, habrá quien crea que en contextos que se autodefinen como paritarios ya no resulta necesario el análisis feminista. Sin embargo, ¿cómo interpretar entonces las cotidianas evidencias de violencias y discriminaciones de género?: ¿ignorándolas y tachándolas de un borrón?; ¿identificándolas como algo meramente individual, que le toca a cada persona según tenga más o menos suerte en la vida?; ¿considerándolas simplemente como simulación colectiva de hordas de feministas histéricas?
Nos parece que en los actuales discursos, cuando se aborda la comprensión de las violencias de género, aparecen diversos lugares comunes que suelen desviar la mirada hacia los síntomas olvidando las raíces. Frente a ello, creemos importante dilucidar la estrecha relación de sujeciones y violencias con elementos de estratificación y poder social, reconociendo que no se trata de reductos del pasado sino parte de un doloroso presente.
Así, en este libro, a través de miradas feministas, intentamos abordar esta cuestión formulando interrogantes, cuestionando respuestas, poniendo a debate síntomas y raíces, desanudando sujeciones y finalmente abriendo espacios de comunicación para las subversiones.
¿Cómo? Juntando voces en un diálogo colectivo. Voces que narran las violencias ejercidas en la construcción de nuestra identidad generizada, de nuestros cuerpos, de nuestra sexualidad, de nuestro lugar en la historia, en los medios de comunicación, en la educación y en el poder. Voces que lejos de hablar desde la victimización e infantilización lo hacen desde el reconocimiento de la capacidad de agencia de las protagonistas.
¿Quieres entretejer tus miradas y tus palabras con las nuestras?”
Si eso es lo que deseas no dejes de hacerte con un ejemplar de Estado de Wonderbra.
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