miércoles, noviembre 22, 2006

22 de Noviembre

Gira y gira la brújula en esta loca esfera que nos guarda. La nave viene y va, abriéndose camino en un mar de deseos del que sólo la breve espuma es evidencia. Seguimos navegando a flor de piel del agua las coordenadas que están señaladas en las cartas marinas. Y hoy forman un triángulo sin bermudas ni nada, como Pitágoras lo trajo al mundo... Cada una tiene un nombre Amor, Deseo, Sexo, o tal vez era Canción, Prosa, Poesía. O viceversa...
A cubierta subirá Concha Buika con su disco Mi niña Lola bajo el brazo, así a primera vista se le nota que se está criando bien, y que va cogiendo peso específico en quilates. Ahora Buika inicia una serie de conciertos en Madrid y Barcelona acompañada de personajes como Horacio el Negro, Niño Josele y Antonio Serrano. A ver qué nos cuenta.
Seguiremos después la senda de las letras para entregarnos a calzón quitado a un curioso ensayo. Se trata de Amor es prosa, sexo es poesía, y su autor es el brasileño Arnaldo Jabor. En este libro “Sin pudor, Arnaldo Jabor descubre su hambre de belleza en todo: en la vida, en la política, en el amor, en el sexo. Confiesa ternuras y envidias. Repite incansablemente: las mujeres desean al hombre inalcanzable, ¡las mujeres tienen debilidad por los canallas! Y así, Jabor, reconoce uno de sus mayores miedos: «Los abismos de las mujeres son venenosos, su secreto nos mata». Aquí puedes leer un poco.
La verdad es que así, de entrada, lo primero que pienso es que llevamos tanto tiempo sin tocar puerto que somos como piedras batidas por las olas.
De pronto un golpe en el casco. Un mensaje en una botella. Es de Laintxo. La crónica del concierto “acústico” que ayer, en el Teatro Nuevo Alcalá dieron los Pereza.
Y de nuevo la espuma, que es tan fugaz como un rumor de radio.

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