Canalejas tertuliano
Leyendo las Notas de una vida, del Conde de Romanones, uno puede llegar a descubrir las motivaciones que llevan a un hombre a la política. A pesar de envolver sus secretos deseos en el celofán del progreso y el interés del pueblo, Romanones deja bien claro que buscaba el poder, y que no dudaba en sacrificar a sus amigos con tal de conseguirlo. Pero además, en las páginas de estas memorias encontramos a todos esos personajes que protagonizaron la convulsa época de la Regencia y que acabaron desalojando a Alfonso XIII para imponer la República que a tantos decepcionó.
Una de esas figuras es la de Canalejas, líder de la facción progresista del partido Liberal, que, por lo que cuenta el autor, podría perfectamente haberse dedicado a las tertulias radiofónicas si hubiese vivido en nuestros días.
Situémonos en los banquetes que se celebraban en el Nuevo Club:
Canalejas dejaba correr a borbotones lo que constituía uno de sus mayores defectos: la malignidad; malignidad, en el fondo, inocente, inspirada no por la intención de hacer daño, sino por el deseo de que la risa siguiera a sus punzantes gracias. Maestro como pocos en el arte de la imitación, no tenía rival para imitar la voz, el ademán y el gesto de aquellos a quienes hacía blanco de su ingenio, poniéndolos a veces en ridículo.
Notas de una vida
Conde de Romanones
Una de esas figuras es la de Canalejas, líder de la facción progresista del partido Liberal, que, por lo que cuenta el autor, podría perfectamente haberse dedicado a las tertulias radiofónicas si hubiese vivido en nuestros días.
Situémonos en los banquetes que se celebraban en el Nuevo Club:
Canalejas dejaba correr a borbotones lo que constituía uno de sus mayores defectos: la malignidad; malignidad, en el fondo, inocente, inspirada no por la intención de hacer daño, sino por el deseo de que la risa siguiera a sus punzantes gracias. Maestro como pocos en el arte de la imitación, no tenía rival para imitar la voz, el ademán y el gesto de aquellos a quienes hacía blanco de su ingenio, poniéndolos a veces en ridículo.
Notas de una vida
Conde de Romanones
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